Hogar Uncategorized ¡Terror en el Plató! Un Elefante Hipnotizado Paraliza las Grabaciones de ‘Canta si Puedes’

¡Terror en el Plató! Un Elefante Hipnotizado Paraliza las Grabaciones de ‘Canta si Puedes’

por Liam Carretero

Publicidad

MADRID.— El estudio 4 de Televisiones Mediterráneas era un hervidero de nervios este miércoles. Donde debería haber habido risas y melodías pegadizas, solo se escuchaba el silbido del aire acondicionado y el leve rumor de un animal masticando pacíficamente… un ficus ornamental de trescientos euros. La razón: Boli, el elefante asiático invitado estrella del programa, había quedado en un estado de trance absoluto en medio del plató, deteniendo la producción durante seis horas interminables.

Publicidad

Todo comenzó como un sketch más para el popular programa de talentos Canta si Puedes. La idea era sencilla: el presentador, famoso por su labia, interactuaría con el majestuoso paquidermo mientras la orquesta interpretaba la canción del verano. Sin embargo, nadie contaba con el oído musical extremadamente sensible de Boli.

En el momento preciso en que el primer violín frotó su arco produciendo una nota aguda y sostenida, algo cambió en el animal. Según testigos presenciales, Boli “se quedó inmóvil, con una mirada vidriosa y profunda, como si estuviera contemplando los misterios del universo”. Su trompa, que moments antes saludaba al público, se quedó suspendida en el aire. Las órdenes del domador, los aplausos de los asistentes y hasta la tentadora visión de un cubo de manzanas fueron inútiles. Boli había encontrado la paz interior, justo en el centro del círculo rojo que marca la posición de los concursantes.

El caos, mudo y respetuoso, se desató. El director gritaba en la galería: “¡Corten! ¡Pero no mováis nada, que se asusta!”. El equipo de producción, entre la desesperación y la hilaridad contenida, barajó opciones descabelladas. ¿Un gong? Descartado por riesgo a un susto mayor. ¿Un bajo eléctrico? Podría profundizar el trance. Incluso se valoró llamar a un psicólogo de animales, aunque no se encontró ninguno en la guía telefónica.

La solución vino de donde menos se esperaba: de Pepe, el utilero de toda la vida. Recordando que a su suegra le ocurría algo similar con los valses, propuso tocar una sevillana a todo volumen. “Si algo tiene una sevillana es que no deja a nadie indiferente. O la odias o te levantas a bailar. No hay término medio”, argumentó con la sabiduría que dan los años.

Con escepticismo general, el técnico de sonido pulsó el play. Los primeros acordes de guitarra resonaron en el estudio y, como por arte de magia, la oreja de Boli se contrajo. Al compás de la segunda estrofa, el elefante emitió un suave barrito, dio media vuelta con una elegancia insospechada y, con su trompa, empujó suavemente al presentador hacia un lado, como si le dijera “quita, que esto lo bailo yo”.

El público estalló en carcajadas y aplausos. Boli, lejos de asustarse, comenzó a balancearse de un lado a otro con un ritmo pasmosamente adecuado. El domador, entre avergonzado y aliviado, afirmó: “Siempre supe que tenía alma de artista. Aunque quizás para flamenco, no para pop”.

El insólito incidente, lejos de ser un desastre, ha proporcionado al programa un momento de televisión único y genuino. Rumores internos apuntan a que los productores están barajando seriamente crear un spin-off: Baila, Boli, Baila. Una cosa es segura: a partir de ahora, el protocolo de Canta si Puedes incluirá un punto nuevo: “Verificar la susceptibilidad hipnótica de los animales invitados antes de la emisión en directo”.

TAMBIÉN TE PUEDE GUSTAR